27 abr 2011

Belle y Clint

Si bien el comic del Bala no pudo llevarse a cabo , el dibujante y el que escribe seguimos siendo buenos camaradas y de vez en cuando me regala joyas como esta que os presento.

 
El encargo del "seguidor anónimo numero 3" , escueto y expeditivo como el revolver de ese que nos mira desde arriba: enfrentalo a una mujer , está casi a punto.

La inspiración vino de Belle Starr http://es.wikipedia.org/wiki/Belle_Starr

Mucho mas favorecida en el cine que en la Wiki.

Así que permaneced atentos al blog . 
Saludos.


22 abr 2011

Carne Gris II / La leyenda de Bala Plateada Jhon




 
Pico de Hierro 

Encaminó a Thorpe, el caballo, hasta la desembocadura de aquel desfiladero maldito. Ridge Rock quedó atrás, un pueblo llano y lineal tan anodino como el terreno que pisa. Sus habitantes ya están muertos.

Aguardó a que llegará la noche desde Pico de Hierro, un cerro con forma picuda que recuerda la cabeza de un águila, esta colina es sagrada para los indios de forma que tuvo cuidado de no marcar su presencia.

Cuando la luna llegó las brumas inundaron la garganta formando un puré espeso salpicado de rocas que parecían emergentes cabezas listas para ser cocinadas. Un viento frío le recorrió el cuerpo y por un instante espero encontrarse a la Santa Compaña de la que le hablaron aquella vez en Europa. Una ristra de condenados en constante deambular, buscando nuevas almas, camino de un juicio divino que no llega nunca. Estaba muy cercano su pensamiento pues de la realidad.

 El joven tamborilero paseaba su descarnado andar arrastrando una pierna comida de gusanos. El retumbe de la caja subía entre las paredes del cañón preñando de ecos cada hueco de piedra. Al instante el resto de la caballería en jacos famelicos, devorados en las costuras por alimañas del desierto, con las costillas expuestas al claro de luna llena de esa noche infernal.

La infantería intentaba mantener la formación pese a la falta de extremidades de algunos de sus soldados y el general de la cara comida por ratas se balanceaba de una lado a otro de la montura manteniendo el equilibrio al tiempo que incitaba a la tropa a un nuevo ataque. Corría por toda la formación de muertos vivientes, arengando a los cadáveres, incitando aquellos trozos de carne muerta a continuar, a seguir adelante;
A dejarse un pedazo más de piel putrefacta en la madre de todas las batallas, de todas las guerras: el averno oscuro y sistemáticamente cruel de la eternidad.

El cadáver amortajado en gris y ocre en cada uniforme confederado, nada sabe de la Unión, terrenos arrebatados a los indios o plazas ganadas con el caballo de hierro. Para cada soldado de aquel escuadrón el Sur estaba en manos de sus caballeros.

Se acercaban peligrosamente al puesto de los hombres de Grant en la desembocadura del cañón. Demasiado lejos para un aviso.
Por la abertura de su catalejo el Plata observó como eran devorados, deglutidos a grandes bocados , aunque se cuidaron de reservar los sesos para el general. Este alimento parecía incrementar su poder. Con las fauces manchadas de sangre gritó a los suyos, un graznido de cuervo.

Enarboló el sable e inició la retirada.

Es el momento en que Jhon se cobija entre los arbustos , agarra el medallón de la Santa Señora y entra en el universo secreto de los chamanes.

Cuando se incorpora el desfiladero brilla como si fuera oro y su fulgor llena de luces la garganta de piedra. Perece de día en esta noche cerrada. Es la Realidad no Ordinaria donde cada átomo aposentado atesora vida y conciencia de si mismo. Si acaso en este estado las cosas se muestran mas nítidas que en la realidad común.

Thorpe, el caballo, es un negativo de si mismo, se muestra de color blanco y su sonrisa en los belfos es tan humana como la de un hombre, con la testa le indica el escuadrón en retirada a su amo.

Los movimientos son más lentos en este estado. Transmutados en polvo amarillo el escudaron se retira a diez veces por debajo de la velocidad normal. Es una bella flor del desierto que se abre en escuadra llenando el cañón de un fluido de vida encerrada en cuerpos caducos.

Ahora los soldados muestran sus áureas; doradas, rojas, turquesas y azules; energía fresca de hombres jóvenes. Muchachos llevados a la guerra, por ideal, a la fuerza o convicción. No son muertos vivientes, estas almas en verdad piensan que están vivas y que el futuro de sus familias depende de ellos. También, observa Jhon, están abatidos muy cansados, la carne de los vivos los tonifica y de nuevo en cada incursión caníbal vuelven a retomar fuerzas.

El objetivo pues es el general :

El Áurea del mando es tan fuerte como la de un vivo, más si cabe, un reflejo tornasolado donde los azules fluctúan encerrados en un contenedor de oro. Encontró su paraíso, en lucha constante, obliga a los suyos a seguir batallando hasta el fin de los tiempos o hasta que la carne gris y  agusanada, se vea incapaz de sujetarse en el esqueleto.

El disparo del rifle resonó en el silencio de la noche y la cabeza urea del general se abrió por cuatro lados. En la realidad no ordinaria son pétalos púrpuras abiertos su cráneo, la sangre se transmuta en esporas, que ingravidas , fluctúan movidas por el viento de color verde claro.
Los soldados observan a su jefe caer de la montura y buscan con ojos nacarados, opacos y tristes al ejecutor.

A espaldas de Jhon un centinela muerto le agarra del cuello. El cadaver viviente no es tal en la Realidad no Ordinaria, el joven soldado mantiene un fulgor color naranja y el Bala puede apreciar en su rostro la expresión de la agonía eterna.

De igual forma que su jefe el cráneo del centinela es abierto por el machete del pistolero; mariposas azules escapan de su cabeza y vuelan en la noche, libres al fin de la carcasa humana que las encerraba.

- Tengo que salir de esta pesadilla – piensa Jhon, y al instante todo vuelve al sucio color de la Realidad común.

Los zombis deambulan huérfanos de mando. Jhon cabalga hasta la desembocadura de Pico de Hierro y los encara.

- Podéis marchar en paz cadáveres, pues eso sois, nada os retiene, la guerra acabó.

Los soldados no se paran, las fauces abiertas y babeantes. Rodean al pistolero los muertos y este amartillea el rifle apuntando a las cabezas. Demasiados para uno solo.
El joven tambor, casi un niño, toca a Dixie y los muertos se detienen.
Abriéndose paso entre la jauría el joven cadáver y el Bala se observan; el primero con ojos blancos de muerto, el segundo tras la mira del Winchester.

Al son del himno de su tierra los cuerpos caen, dormidos en el suelo del valle; las animas hace tiempo que escaparon buscando la paz eterna. Tan solo el joven permanece en pie, su boca parece moverse en espasmos: Thanks Jhon. Y cae a los pies del Bala para no despertar jamás.

16 abr 2011

Que parezca un accidente



Como buen sicario el Bala necesita trabajo de vez en cuando.

He abierto una sección de sugerencias donde los lectores puedan seguir ,según sus premisas ,las correrías del pistolero oscuro.

Bala Plateada no es solo eso, Jhon es un chamán, un iniciado en las artes de la brujería y la magia negra. Recuerda que su línea temporal se adelanta más allá de nuestros días.

Puedes hacerte una idea, si es la primera vez que lees sobre él, aquí:


Envía un correo ubikuo@telefonica.net o deja un comentario.


¿Próximos enemigos?...tú decides.

Carne Gris I / La leyenda de Bala Plateada Jhon


 


 
- Señor ¿cuanto hace que caminamos?
- El necesario soldado.
- A veces pienso que esta guerra no tiene fin señor, empiezo a no recordar nada antes de esta matanza. Sería mejor la muerte.
El capitán guarda silencio. La tupida barba impide ver la sonrisa, la horizontal hendidura de la felicidad eterna.
Que mejor gloria que combatir por siempre, sabiéndose muerto nada se interpone ya en su camino al paraíso.  

 Comandante Grant


Cuando Jhon llegó al fuerte Hammer los soldados apartaban la vista como si el pistolero fuera tan solo un espejismo, una ilusión de negro que se pasea entre uniformes azules. Acaso un vistazo rápido de algunos a sus pulseras indias en ambas muñecas para volver a fijar la mirada al frente.

La bandera ondeaba a media altura. Un ambiente lúgubre y siniestro se respiraba a la vuelta de cada pabellón. El cielo amenazaba lluvia, algodonados nubarrones se acercaban al fuerte.

El comandante Grant era un hombre del norte curtido en muchas batallas con sus hermanos del sur. Su apariencia era de piedra y odiaba a los melindres académicos. Era un individuo hecho a sí mismo que ascendió en su carrera desde abajo.

Acabada la guerra, como muchos otros, tan solo le queda la nación india como enemigo y se aplicaba a su tarea como antaño con los de gris: sistemáticamente, sin pasión.

 Grant es lo más parecido al engranaje de una locomotora, aplastante y concienzuda. Para el comandante hablar con el Bala no era agradable representaba la superstición y el pasado, la negación del progreso en esta tierra joven.

- No podemos avanzar mas allá de Ridge Rock, algo o alguien me lo impide.

Por otra parte no creo que sus servicios sirvan de nada. Me veo obligado a contratarle por que los jodidos federales le recomendaron. Dudo que lo que no pueden alcanzar mis hombres un pistolero asesino lo realice – el comandante encendió un puro y se apoyó en la balaustrada del cuerpo de guardia, si el brujo medio indio pretendía ser recibido en su despacho tenía poco que hacer.

Jhon escupió en el suelo, avanzó un solo paso y al momento se encontraba muy cerca del militar justo al lado de su oído donde acerco la boca.

- Mire hijo de puta con patillas – Jhon pasó su brazo por detrás de la levita del comandante agarrando un trozo de carne del costado.

Por un intervalo de tiempo cortísimo su cuerpo se quedo paralizado, no lograba mover un músculo, en aquel momento podía el Bala rebanarle el gaznate ante la vista de sus soldados con una sonrisa en la cara. Sus años de carrera militar pasaron ante sus ojos, llegó a plantearse que había perdido el tiempo, que no tenía hijos, ni esposa; no tenía vida. Un encuentro defectuoso con el Plata produce estos resultados.

 – Su ejercito de soldaditos me importa un carajo, su opinión me es intrascendente, invíteme a pasar a su cuartucho, sea amable comandante y explíqueme detalladamente a quien tengo que matar después de usted.

-Suélteme –consiguió articular Grant con el puro en los labios y el cuerpo estancado.

 El curtido soldado se tornó un niño reprendido.

Jhon se deshizo del trozo de carne del comandante y este pareció recomponerse. La sangre volvió a sus extremidades las piernas parecían responderle de nuevo, con paso inseguro se encaminó a la habitación con el asesino a sus espaldas.

- Necesito un trago – Grant escanció bebida para ambos.

-¿Qué le impide continuar hasta Ridge Rock? –preguntó el Bala como si tal cosa, el suceso anterior no había ocurrido si acaso en otra realidad distinta a esta.

-Mas allá de Pico de Hierro los indios se están organizando, el tal Caballo pretende reunir toda una caterva de irredentos salvajes. Pero no son ellos los que matan a mis soldados. Es otra cosa...

-¿Una cosa?

-No puede ser persona, eso es seguro.

-Necesito detalles.

-Se los come.

Las palabras de Grant quedaron flotando en la habitación. La lluvia comenzó a golpear las ventanas con fuerza. Jhon acabó la última gota de brandy de su vaso.

- ¿Un puma, coyotes...? no veo a los federales llamando a mi puerta para que mate a unos perros.

-No es un coyote, los mordiscos son como de una dentadura humana. Les arranca la cabellera a los soldados y se come sus sesos. Dígame que animal actúa de esa manera.

El Bala pensó en una lista de al menos diez que sí lo hacen.

- Dígame Grant ¿mató a muchos en la guerra? o ¿se limitó a seguirla desde la retaguardia? Esto no es ironía comandante, conteste sinceramente.

-Los necesarios. En verdad sí, batallé en Gettysburg, no era un lugar para señoritas de West Point. Luché a sable y pólvora desde el primer momento y juro por esta tierra sagrada que lo volvería hacer. De todas formas ¿que pretende con sus preguntas Jhon?

-Una última más Grant ¿le despiertan por la noche las ánimas de los muertos en sueños?

-¡Duermo placidamente maldita sea!

El pistolero se acercó a la puerta. Habló sin volverse acariciando el pomo.

- Pasaré la noche en Ridge Rock. Mañana partiré a Pico de Hierro.

- Un destacamento lo acompañará, buenos hombres, exploradores.

-¿Indios? – Interrogó Jhon encarando a Grant- disculpe, olvidé que usted los mata. Esto si es ironía.

El pistolero se marchó dejando a Grant a solas con sus pensamientos y una botella de brandy a medio vaciar. Apuró el resto bebiendo a gollete. Un trueno se deshizo en ruido presagiando el comienzo de sus pesadillas.


9 abr 2011

Tiempo / La leyenda de Bala Plateada Jhon






El holotipo de Noslok dos alas blancas flanqueando un bastón de mando refulge bajo el sol brasileño, el graderío de Interlagos se viene abajo cuando el equipo de mecánicos saluda al publico.


El jefe de boxers alza una inmensa botella  y hace entrar al piloto que no es otro que el propio Biorj Noslok, el  empresario Finlandés, un vikingo de casi dos metros que a duras penas puede salir del Formula 1.

Saluda a las gradas de forma ausente y rítmica mientras un grupo de jovencitas acreditadas le imploran una firma en sus holofichas. Noslok busca una cara en el mar de rostros con gafas de sol, se quita el casco y la muchedumbre se vuelve loca ante al bello rostro del nuevo Cesar. Noslok continua escrutando, quien espera esta más cerca del de lo que piensa. La joven japonesa le muestra la holoficha.


- Por favor, por favor, Biorj un autógrafo- la oriental pivota de placer ante el gigante.


- Como no pequeña ¿como te llamas?


-Sakuro. Biorj eres el mejor, el mejor de todos.


Al tomar la holoficha de Sakuro el piloto puede ver una acotación en el margen izquierdo, está escrito en Fines.


“solicitud aceptada, deposite lo convenido en Suiza en el plazo estimado”


-Buena suerte en el viaje – se pronuncia la joven con una sonrisa picara, antes de desaparecer entre el gentío de aduladores.
El fuego crepita en la noche de aquel desierto desolador y fantasmagórico tan del gusto de Jhon, este calienta carne de serpiente pinchada en un palo, espera que esta vez las ánimas de los muertos por los ajusticiados no vuelvan a importunarle el sueño.


Hace tiempo que sabe que lo siguen, el cazador es tardo y hace mucho ruido, esta perdiendo la paciencia y seguramente esta noche se presente.
Las huellas de sus pies así lo confirma, está en muy buena forma física y mucho mas joven que el. Thorpe, el caballo, se encuentra nervioso el también lo presiente y espera que de una vez por todas se deje ver, relincha en la noche desértica.


Recortado entre las sombras Noslok.


-  ¿Tienes hambre compañero?- pregunta Bala Plateada- sírvete, llevas todo el día sin comer.

 El gigante toma la escudilla y se sienta a la manera india. Tiene justo en frente una leyenda, solo los muy iniciados conocen la historia de Bala; el es uno de ellos, esfuerzo y mucho dinero le costó ser admitido en ciertos círculos secretos. Conoce al dedillo los relatos del Oscuro, aquel que una vez, según las crónicas arcanas, se enfrento a quien no tiene nombre, años de espera obtuvieron su resultado.


-  No hablas. Está bien ¿que quieres de mi?- Jhon sube levemente el esttenson con la mano izquierda mientras con la derecha martillea el revolver de forma discreta, permanece sentado masticando carne mientras habla - ¿de donde vienes?.

 -Vengo de muy lejos y vengo a matarte.

La risotada de Jhon de seguro puso en fuga los coyotes más cercanos al campamento.


- Mira hijo, no eres el primero ni serás el ultimo en decirme eso- la bala de plata escapó de forma tan diabólicamente rápida de aquel revolver que el Vikingo aun se pregunta como lo hizo, la escudilla de latón sale disparada, Thorpe, el caballo, relincha en lo que parece ser un remedo de risa.

- Decía mi padre, apodado "el miserable", que cuando seas viejo comerás huevo, de momento confórmate con carne de serpiente, albino. Después me echaré a dormir un rato y espero por tu bien que tu blanco culo se encuentre fuera de este desierto mañana.- y tranquilamente Jhon se durmió.


Al amanecer el finlandés continuaba allí, observando al pistolero como si fuera una aparición. El desierto no hacia honor a su nombre pues otra persona se acerca .El pequeño borrico llevaba sobre la grupa a Sakuro.


-Te lo advertimos Biorj, debes regresar.


- ¿Como pudo disparar tan rápido? Llevo meses entrenando, no tuve oportunidad de sacar el revolver y después se echo a dormir .


- El viejo conoce su destino Noslok ,tu no serás quien lo mate, vamos sígueme, no tendrás otra oportunidad.




-¡Malditos demonios ¡ hablando de mi como si fuera un muerto- Bala despierta , Sakuro sorprendida ,grita.


-Estamos en peligro , corra.


El Winchester alojado en la silla de Thorpe vuela en el aire hacia las manos del asesino que descerraja una tanda de disparos sobre los dos viajeros .Como animas venidas de otro mundo desaparecen y solo queda el asno cargado de enseres de buscador de tesoros.

El gran despacho con vistas a la gran ciudad de Nuevo Los Ángeles es el sacta sactorum de Noslok , desde allí el filántropo empresario , el joven piloto, el amante de los deportes de riesgo , el cuerpo mas deseado por todas y todos ; portada de revistas, el alma de cualquier entrega de premios o fiesta de Hoollywood , destroza los tímpanos del oyente que al otro lado de la holopantalla lo contempla .


- ¡ Quiero otra oportunidad maldita sea! Pagaré lo que me pidan .

-No hablamos de matar a nadie , usted rompió las reglas , nunca volverá a ese lugar , su dinero no nos sirve sr. Noslok y por su bien espero que el Circulo tarde bastante tiempo en enterarse de sus correrías con el viejo.

 Aquella noche el empresario no pudo dormir ,los ojos oscuros como la noche , vacíos y vacuos como los del reptil que comía ,estaban clavados en su psique , pudo haberlo matado y no lo hizo , en décimas de segundo le hizo el retrato y supo que no le llegaba ni a la suela de las botas ¿ de que sirve ser el amo del mundo si un viejo te desprecia y desarma como si fueras una rata, para después echarse a dormir como si tal cosa?.

-Volveré – habló en voz alta Biorj- aunque me cueste la vida.

En el puño cerrado una bala de plata es apretada con tanta fuerza que la sangre se agolpa en los pliegues de la mano cadáver de Noslok. Un relicario, recuerdo sustraído a Jhon en aquella noche de hace tres siglos.

4 abr 2011

Los gritos del 'segurata' muriendo daban miedo

                       
                                       

“Los gritos del segurata daban miedo”

Me prometí a mi mismo, acompañado de bourbon seco a media noche de un verano de hace años luz, no tocar temas laborales y sobre todo políticos en este mí Blog pero la conciencia me dicta y obnubila mi cabeza y como zombi me dejo llevar.

Vivimos a gusto tocándonos lo cojones en casa , “videando” obsesos a la arrabalera de turno ”jarta” de polvo blanco relatando con cuantos idems , cual cucaracha Kattkiana,  amortizó su vida( Mia Wallace me despierta cada noche esperándome con una hamburguesa recién hecha y un batido de diez dólares en la mesa ; la nariz retocada por el polvo de maquillar en la trastienda de Jack Rabbit Slim's , pero no es el caso , esta pécora  es un pedazo de carne y la diosa nívea no hace otra cosa que acentuar los tubérculos azules de sus venas ) .

 Mientras en la calle matan por matar.

En el camino los tipos se juegan la vida por 800 miserables euros de mierda , que en el tercer mundo hacen un hombre millonario y en el país de las puertas abiertas donde vivimos nos condenan  a la supervivencia. El cristal es hueco y no tiene color.

Hace muchísimo tiempo : el niño que le meaba en la pierna al brujo de la tribu con el tiempo, mataba un bicho con sus propias manos, dormía al raso y a su llegada al clan le ensartaban el pecho con agujas para que recordara por siempre el paso de imberbe núbil a Hombre. Ahora se inscribe en un gimnasio de irredentos calorros y atesora en su cabeza infantil, por siempre, como romperle la crisma a un trabajador y salir impune.


Los gritos del segurata acojonaban, dice el miserable de un difunto, que es como decir que el Puto perro no paraba de ladrar mientras le partían la cervical  o el culo.

Ni a los muertos perdonan. Este Mundo Feliz donde cada cual nace con una etiqueta bajo el brazo eterna y cochambrosa,  una estrella de David invisible pegada al torso.

No se redime ni a los muertos por que el segurata de mierda, era eso ; un Rambo de pacotilla , un lerdo ignorante hasta para el mas bajuno de los miserables.

Siempre quedará un gafapasta que te recomiende un buen libro, a ser posible el suyo. La red esta llena de niñas idiotas que escriben de vampiros color rosa,  muñecos, pijotadas de crio mago y poemas a millones; malísimos todos.Pero este titular supera cualquier ficción. Una pena que sea cierto y no un delirio de esperpento español cinematográfico , por otra parte lo único que sabemos hacer en condiciones y con una mínima subvención.

Los gritos del segurata acojonaban, la indiferencia me asusta más, el silencio de los medios y la frialdad de los testigos.

Descanse en paz.

1 abr 2011

Domingo de Ramos / variación en torno al universo Origen

 


- El invierno se acaba.
- Es indudable, el calor, tardes soleadas, cambio de horario.
-Sabes que no podré sobrevivir mas allá del último numero de esta hoja del almanaque.
- Eso no es novedad.

El chirrido de los pájaros se agudiza al paso de las personas que corretean ávidas de compras. Cuando caminan parecen congelarse en una cadencia a tres veces menos de la velocidad normal. Huele a incienso y polvo.

Las sombras de las calles angostas se trasladan o más bien se alargan hasta casi tocar los veladores.Se escucha el rumor de voces desde el bar. Si se presta suficiente atención parecen estar hablando de ellos, murmurando y conscientes todos de los dos individuos sentados en el soportal. Los pájaros se arremolinan a sus pies picoteando migajas, incluso ellos de vez en cuando alzan las pequeñas cabezas rojas de jilguero buscando arrugas en las caras de los hombres, por otra parte idénticos.

 La mesa de aluminio sube en su espalda dos vasos de vino que se calientan con los fuertes rayos del sol de abril, rápido muy rápido, ellos los apuran antes de que sea demasiado tarde.

- ¿Cuando te veré de nuevo? – pregunta el Primero sin mirarlo a los ojos.Su vista está perdida en ese momento de pequeño éxtasis cuando solo apreciamos bultos, los ojos abiertos sin ver por que en esos instantes nos miramos desde dentro. El cerebro se contempla asi mismo y se asegura de ser el mismo trozo de carne que no sabe para que está en esta realidad pero se siente feliz- el muy zoquete- de vivirla.

-Cuando el frio, cuando las lluvias; como todos los años.
-Aquí no corre el tiempo igual y lo sabes.
-Pues no hagas preguntas absurdas, sabes que es así y siempre será.

El silencio se aposenta en el ambiente cuando un retumbe de tambores se escucha en la lejanía rasgándolo suavemente. Ahora son los dos los que entran en el exiguo éxtasis personal de la mirada que observa sin mirar.

Las proyecciones se visten de un Domingo de Ramos gótico y ténebre. Arropadas de negro se agolpan a la mesa, empujándose unas a otras para obtener mejor detalle de la situación.

- Diles que se marchen, me molestan – ordenó el Segundo , su voz amortiguada por el resonar de tambores clavado en el pecho - me dan miedo.
- No puedo controlar las proyecciones, actúan por iniciativa propia, no te marches seguro que eso les agrada y dejaran de molestarte.

Dicho esto las personas sonrieron: todos de azabache, de traje y corbata. Camisas almidonadas y ramas de olivo en las manos.

- Me pregunto – cavila el Segundo en voz alta sabiéndose escuchado por los transeúntes- sí cuando despiertes tendrás un vago recuerdo de mi.
-Siempre, la nostalgia es parte de mi ser y tu eres su encarnación. No te amedrentes por el calor siempre vuelve el invierno.
- A lo peor este año no.

El Segundo se levanta de la silla de aluminio, toma un altramuz del plato de loza, come su contenido y escupe la cáscara, esta describe una parábola casi perfecta y en su caída roza la cara del Primero.


Los tambores se acercan impertinentes. Un estruendo de tormenta se atempera cadente al paso del Segundo que rodeado de fantasmas , veinte años mas jóvenes que el , lo agarran del brazo. La lluvia lo acompaña hasta el boquete de la vía.

Su silueta se alea con las sombras de las calles carnívoras que con gusto se lo tragan.
                                        
 
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